Óscar Garrido A., rector ULagos: “Universidades Públicas y desarrollo Científico”

Óscar Garrido A., rector ULagos: “Universidades Públicas y desarrollo Científico”

En las últimas décadas, el mundo ha sido testigo de la transformación de la Universidad en su rol social y en su arraigo al territorio. Las universidades han transformado la forma en cómo interactúan con el medio y han adoptado un rol abierto y participativo, respecto a la colaboración con el sector socioproductivo y entidades gubernamentales. Pero la relación entre universidad y desarrollo regional no sólo se circunscribe al vínculo empresarial, sino a la generación de conocimiento aplicado y la transferencia tecnológica. Como agente de transformación, la Universidad cumple una función esencialmente social. Dado que el desarrollo de los territorios implica incrementar el bienestar de las condiciones de vida y de las oportunidades económicas, sociales, políticas de sus habitantes, la Universidad colabora estrechamente en la búsqueda de mejores alternativas de desarrollo humano que apunten a una construcción social más justa, y al mejoramiento de las condiciones de la población local. En suma, existe una demanda cada vez más apremiante de una cooperación estrecha entre universidades, gobiernos regionales y actores económicos para afrontar los desafíos que prevalecen en los distintos territorios.

En Chile, las universidades estatales y tradicionales del Consejo de Rectores presentes en las regiones son relevantes en materia de investigación y desarrollo, aportando con personal académico y científico para la formación de profesionales y generación de publicaciones y trasferencia tecnológica. La triada virtuosa del mundo académico, la empresa y el Estado, depende también de las políticas públicas que puedan generarse y del desarrollo de un sistema de innovación para promover la competitividad.

Esta ha sido una falencia histórica de los distintos gobiernos en Chile, que si bien, desde los discursos se plantea la conveniencia de favorecer el desarrollo de la investigación y la innovación, lo cierto es que Chile es uno de los países que menos invierte en investigación entre los países OCDE. En Chile, la inversión en ciencia y tecnología bordeó el 0,36% del PIB, alcanzando los M$640.000 millones en 2017, siendo el país con la inversión pública y privada más baja entre los países de la OCDE, el resultado es un avance insuficiente en el crecimiento en I+D, alejándose bastante de los sistemas de países miembros de la OCDE, que en promedio gastan el 2,34% del PIB. Chile, además es el segundo peor lugar en el número de investigadores por cada 1000 trabajadores de países de la OCDE con una tasa de 1 investigador, mientras en la OCDE es de 8 investigadores (Octava Encuesta Nacional sobre Gasto y Personal en I+D en Chile, 2017). Por todas estas razones es fundamental que el Gobierno revierta la decisión de reducir los recursos para ciencia y tecnología en la ley de presupuesto de la nación 2021.

Fuente: Austral Osorno 18.11.2020
https://www.australosorno.cl/impresa/2020/11/18/full/cuerpo-principal/8/



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