Rodrigo Alda V., Presidente AUR y rector UCN: “Cuidar la democracia”

Rodrigo Alda V., Presidente AUR y rector UCN: “Cuidar la democracia”

El progresivo y evidente deterioro de la cultura cívica debe ser uno de los signos más palpables del actual panorama político. Nos acostumbramos al escándalo y al grito más que a la mediación, reflexión y al tono de estabilidad, lo que es una muy mala noticia.

“Tampoco se trata de un fenómeno exclusivamente nacional. Hace algunos meses fue destituido en Perú el presidente Pedro Castillo, Argentina sigue sometida a una guerrilla generacional y lo mismo se repite en EE.UU., donde el expresidente Donald Trump está acusado de pagos ilegales, encrespando los ánimos entre sus seguidores y detractores.

¿Qué le pasa a Occidente?
El Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral dio cuenta que la democracia se está erosionando en todo el mundo por razones como que la gente ha perdido la fe en la legitimidad de las elecciones, percibe una reducción de la libertad de expresión, existe un desencanto generalizado entre los jóvenes con los partidos políticos y sus líderes desconectados del mundo, así como por el auge del extremismo conservador y de izquierda que ha polarizado la política.

La reciente Encuesta Barómetro Región de Antofagasta elaborada por el Instituto de Políticas Públicas de la UCN tampoco trae “buenas noticias” en este ámbito (ni en materia de seguridad, de economía, de política y de confianza interpersonal y entre instituciones).

Sin embargo, por la profundidad de lo que está en juego me parece que lo más inquietante es el deterioro en el valor y la confianza en nuestra democracia.

De hecho, un 55% de los encuestados sostiene que “En algunas circunstancias un gobierno autoritario puede ser preferible a un gobierno democrático” o bien que “A la gente como uno nos da lo mismo un régimen democrático que uno no democrático”.

Y, en general, ante la pregunta “¿Cuán satisfecho está Usted con el funcionamiento de la democracia en el país?” un 70% está “poco” o “nada satisfecho”.

No exagero al decir que estos datos «obtenidos entre habitantes de Antofagasta, Calama y Tocopiila-son una enorme señal de alerta. Una “luz naranja”, por decirlo de alguna forma, pues nos hablan de un profundo deterioro de la confianza un sistema que, si bien no es perfecto, es el menos malo entre los que están disponibles.

La democracia representativa está en un punto muy complejo y consecuencialmente los riesgos son mayúsculos, pues a la vuelta de la esquina están los populismos o las dictaduras disfrazadas. Es cierto, la democracia es compleja, lenta y densa de comprender, es decir, exige un protagonismo importante de cada uno de los ciudadanos y ciudadanas. Sin embargo, allí está precisamente su valor.

Cuidar la democracia es practicar la libertad y el respeto por el otro, lo que también significa que no es un sistema que decanta por mera consecuencia temporal, sino que es una práctica cotidiana donde todos somos responsables y donde existe un necesario ánimo de colaboración.

Diferencias habrá siempre, pero lo que no parece sostenible es que quienes protagonizan el debate público busquen la destrucción del contendor. Un país que pasa de los adversarios a los enemigos hipoteca su futuro de forma intestina, como un veneno, y eso es lo que debemos comenzar a solucionar de una buena vez.

Tengamos cuidado, porque ya ha pasado que las libertades se pierden bajo estruendosos aplausos.

Fuente: Mercurio Antofagasta 28.04.2023

https://www.mercurioantofagasta.cl/impresa/2023/04/28/full/cuerpo-principal/12/



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