Carlos González M., rector UPLA: ¿Por qué debemos recordar?

Carlos González M., rector UPLA: ¿Por qué debemos recordar?

Los rectores y rectoras del Consorcio de Universidades del Estado (CUECH), acompañados por el Presidente Gabriel Boric, presentamos hace pocos días un extenso programa de actividades para conmemorar los 50 años del golpe cívico-militar. En las próximas semanas, cientos de actividades en todo el país nos invitarán a reflexionar sobre esa etapa de nuestra historia.

La pregunta es ¿por qué las universidades públicas tenemos que desplegar este esfuerzo y ser una punta de lanza en esta conmemoración? Hay una respuesta fácil y es que se trata de una obligación legal. La Ley de Universidades Estatales declara expresamente, ya en su primer artículo, que la finalidad de nuestras instituciones es “contribuir al fortalecimiento de la democracia…”. Luego nos mandata a formar “personas con espíritu crítico y reflexivo, que promuevan el diálogo racional y la tolerancia, y que contribuyan a forjar una ciudadanía inspirada en valores éticos, democráticos, cívicos y de solidaridad social”.

Pero la ley sólo vino a formalizar lo que está en la esencia misma de las universidades del Estado: su compromiso permanente con la verdad, las personas y con nuestra sociedad.

Esto forma parte de la respuesta más larga y fundamental a la pregunta formulada: nuestras instituciones tienen y deben tener un rol fundamental en la defensa y en la promoción de la democracia y los derechos humanos. No lo hacemos con ánimo cortoplacista ni menos divisorio, sino a través de las mismas herramientas formativas que apelan a la reflexión crítica, la búsqueda de la verdad, el debate elevado y pluralista, la aceptación respetuosa de las diferencias y el objetivo final de un bien social común.

Gran parte de esto se quebró hace 50 años y las universidades sufrieron duros golpes como instituciones, especialmente a partir del fraccionamiento que aún se mantiene y que ha derivado en los serios problemas de financiamiento y de infraestructura que las afectan.

Más lamentable es el golpe humano, familiar y social. No podemos olvidar a cientos de estudiantes, académicos, académicas, funcionarios y funcionarias que murieron o desaparecieron en ese momento trágico de la historia nacional. Sólo en la Universidad de Playa Ancha sufrimos once víctimas fatales, que se suman a una larga lista de personas de nuestras universidades que perdieron la vida a lo largo de todo el país. De igual forma, otras tantas que fueron, relegadas, expulsadas y exoneradas, por lo que se vieron imposibilitadas de finalizar sus estudios superiores.

Por eso la UPLA y las demás universidades estatales conmemoraremos en las próximas semanas con actividades académicas, culturales, artísticas y de reparación. Por una parte, estaremos aportando a la reflexión y al debate sobre la democracia y los derechos humanos. Por otra, estaremos recordando a una parte de nuestra comunidad universitaria que fue perseguida, desaparecida, ejecutada y exonerada. En particular, en nuestra universidad, la reparación será un eje central del programa de actividades, que por ejemplo incluye la entrega de títulos póstumos y reconocimientos a nuestras víctimas.

Es fundamental mantener viva la memoria, especialmente como homenaje a quienes perdieron su vida por el solo hecho de pensar diferente y por soñar en la construcción de un Chile más justo. Las universidades del estado seguimos buscando este objetivo.

Fuente: Mercurio Valparaíso 06.08.2023
https://www.mercuriovalpo.cl/impresa/2023/08/06/full/cuerpo-principal/10/



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