Benito Umaña H., Presidente alterno AUR y rector UBB:”Presupuesto de Úes regionales: Una mirada integral”

Benito Umaña H., Presidente alterno AUR y rector UBB:”Presupuesto de Úes regionales: Una mirada integral”

La situación financiera y los desafíos que enfrentan en esta materia abordaron los rectores y rectores de la Agrupación de Universidades Regionales (AUR) en su última reunión mensual, a fines de septiembre. De cara a la discusión del presupuesto 2024, acordaron abordar el tema con una estrategia económica integral, que permita a las instituciones proyectarse con mayor certeza y de acuerdo a sus particularidades.

Un estudio de Acción Educar reveló que la inversión per cápita en educación superior es 7% menor en regiones que en la Región Metropolitana. La diferencia se agudiza si consideramos que las universidades de la AUR reciben estudiantes con talento, pero con condiciones de entrada que exigen un doble esfuerzo de nivelación; requieren de mayores recursos para establecer una carrera académica que permita configurar núcleos virtuosos de especialistas en regiones y, en algunos casos, ofrecen carreras consideradas económicamente no rentables pero que, sin lugar a duda, responden a necesidades estratégicas del país y los territorios.

Estas asimetrías se agravan aún más producto de factores como las brechas entre aranceles y el costo real de la docencia, el aumento de gastos asociados a cambios en la legislación laboral y demandas salariales, el impacto académico y administrativo de las nuevas exigencias en acreditación, el desafío de impulsar políticas de inclusión y diversidad, el endeudamiento con el sistema financiero y la excesiva burocracia y regulaciones de las universidades estatales.

En este escenario, la AUR propone diferentes alternativas. Entre otras, fortalecer glosas presupuestarias ya existentes, como el Fondo para la Educación Superior Regional; ajustar la definición de aranceles a través de un algún factor que reconozca y pondere la territorialidad; incrementar los aportes directos considerando el impacto regional; crear nuevas líneas de financiamiento que den cuenta de la mayor complejidad de las instituciones y diversificar su matriz de ingresos. A partir de un diagnóstico claro, rectoras y rectores plantean una mirada integral e integradora, que potencie la cooperación más que la competencia y refuerce el sello institucional común: el compromiso con el desarrollo de las comunidades y los territorios.

La contribución de las 22 universidades de la AUR al país y las regiones es innegable. Desplegadas de Arica a Punta Arenas, según datos registrados por la Agrupación, su matrícula representa cerca de un tercio del sistema universitario nacional y sus comunidades académicas -alrededor de 20 mil docentes, investigadores e investigadoras- aportan entre 40 y 45 por ciento de la investigación indexada en Chile y captan del orden del 35 al 38 por ciento de los recursos públicos, para el desarrollo de proyectos que benefician a los distintos territorios.

Las universidades regionales animan las ciudades en que se encuentran, enriquecen su entramado social y cultural y generan empleo y demanda de servicios. Cubren amplias áreas del saber y forman a buena parte de quienes constituyen las capas profesionales, empresariales, intelectuales y dirigenciales de sus regiones. Colaboran activamente con estrategias y políticas públicas y acogen e integran a grupos socio-territoriales más vulnerables o marginados. Son, en suma, auténticos polos de desarrollo, protagonistas indiscutidos de la historia, el crecimiento y el bienestar regionales.

Las universidades de la AUR confían en que cuentan con el respaldo de los distintos actores para superar la disparidad entre los costos y los recursos disponibles, para cumplir cabalmente con su vocación y misión. No en vano son la columna vertebral para el desarrollo armónico e integral del país y sus territorios.

El Sur 08.10.2023 https://www.elsur.cl/impresa/2023/10/08/full/cuerpo-principal/3/



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