
15 Oct MANIFIESTO DE ANCUD
Resultante del II Encuentro Nacional de los Patrimonios Regionales de la Red de Patrimonio AUR (1–3 de octubre de 2025, Subsede Ancud, Universidad de Los Lagos, Chiloé).
Los/as participantes convocados/as por la Agrupación de Universidades Regionales (AUR), reunidos/as en el II Encuentro Nacional de Patrimonios Regionales declaran lo siguiente:
- Principios
- Desde las Universidades regionales y su transdisciplinariedad e inter-generacionalidad creemos en la construcción de identidad universitaria y territorial, desde la pertenencia, la memoria y el compromiso colectivo con su entorno.
- Valoramos la construcción de ecosistemas de colaboración sostenibles, basados en el diálogo fraterno y la escucha activa de los territorios.
- Reafirmamos la función social de las universidades regionales: formar personas con valores y capacidades técnicas, profesionales e intelectuales, producir conocimiento aplicado y pertinente a las necesidades y desafíos locales, impulsar el arte, la cultura y un diálogo permanente con las comunidades que se exprese en políticas públicas situadas.
- Nos comprometemos a ejercer nuestro rol institucional generando espacios donde la sociedad y la academia se encuentren en reciprocidad, fraternidad y respeto.
- Democracia, memoria y derechos culturales
- La memoria colectiva e histórica es parte esencial de su territorio y del patrimonio. Por ello, nuestro quehacer debe estar anclado en el respeto irrestricto a la democracia, a los derechos humanos, culturales y a las expresiones identitarias.
- Los sesgos academicistas y legalistas deben ser superados, acercando el patrimonio a la vida cotidiana de habitantes y comunidades como parte de una responsabilidad social y obligación en la transmisión de nuestro patrimonio, para que pueda ser reproducido por las generaciones futuras.
- Naturaleza, cultura y territorios
- Rechazamos la dicotomía naturaleza / cultura que aún estructura las políticas públicas. Apostamos por un enfoque biocultural que reconozca las interacciones entre seres humanos, no humanos y paisajes.
- Defendemos los espacios de significancia espiritual y saberes prácticos de los pueblos originarios, como los Espacios Costeros Marinos de los Pueblos Originarios (ECMPO) reconocidos por la Ley Lafkenche, hoy amenazados por industrias extractivas.
- Nuestra ruralidad vive una profunda crisis fruto de un modelo extractivista que erosiona relaciones sociales, destruye biodiversidad y limita economías locales. Frente a ello, proponemos la urgente restauración ambiental, la revitalización cultural y la diversificación económica como estrategias de resiliencia.
- Debemos proteger los bosques nativos, como el alerce, y los santuarios naturales reconocidos por las comunidades, valorando sus servicios ambientales y también las narrativas, memorias, rituales y cosmovisiones de las personas que los habitan.
- Educación, arte y lenguas
- Proponemos repensar la educación artística y patrimonial como un ejercicio de ciudadanía cultural, transformación social y una responsabilidad generacional.
- Reconocemos el rol educativo, histórico y patrimonial de las lenguas, que interpelan y transmiten saberes, memorias y vínculos comunitarios.
- Recuperar las artes en todas sus formas —oralidad, música, literatura, artesanía, oficios tradicionales, artes visuales y prácticas contemporáneas— es recuperar expresiones originales de las comunidades y la potencia simbólica de cada país.
- Ponderamos el valor de las artes, la literatura, las prácticas y oficios tradicionales como dispositivos de memoria. Medios para fortalecer la educación patrimonial, en tanto transferencia y preservación de valores heredables que subyacen en los múltiples atributos del Patrimonio Cultural.
- Identidades, cohesión y participación
- El fortalecimiento de las expresiones colectivas territoriales -cotidianas, rituales, históricas- favorece la cohesión social frente al extractivismo, potenciando la reproducción, y también recuperación de prácticas, saberes y manifestaciones culturales, que permiten adaptarse al presente y proyectar un futuro.
- Chile, país archipielágico, demanda la revitalización patrimonial en contextos insulares con un enfoque complejo, multidimensional, que asuma particularidades físicas, culturales y humanas desde el reconocimiento del valor de lo colectivo.
- Los procesos participativos deben considerar las complejidades socioecológicas, las redes de poder y los significados locales que condicionan la gobernanza colectiva.
- Reivindicamos la participación social de personas en situación de exclusión, como agentes activos de la vida cultural, no solo como receptores.
- Miradas integradoras
- En tanto que bienes culturales, los patrimonios pueden y deben comprenderse como una ecología sensible: tejido afectivo, vívido y encarnado en quienes lo viven, lo usan, transmiten, cuidan y conservan.
- El paisaje cultural, como vector de patrimonialización, nos invita a proteger los procesos socioecológicos desde una perspectiva integral.
- Abogamos por enriquecer los imaginarios culturales locales mediante metodologías participativas y no hegemónicas, que reconozcan la pluralidad de voces de cada uno de los territorios.
- Reafirmamos la necesidad de profundizar en enfoques de análisis que posibiliten un diálogo efectivo entre las ciencias sociales y las ciencias naturales, superando paradigmas que promueven las fragmentaciones disciplinares que no logran dar cuenta de la realidad, favoreciendo una comprensión del Patrimonio Cultural como un fenómeno complejo multidimensional.
- Proponemos avanzar en estudios pertinentes tendientes a fortalecer los estudios arquitectónicos y urbanos hacia fases ulteriores que superen el registro y significación de atributos estéticos, formales, asociativos y simbólicos; ponderando el valor de uso social, donde sostenemos, radica su condición heredable.
LLAMADO FINAL
Desde Ancud, reafirmamos que los patrimonios son memoria, naturaleza, cultura y, por ende, monitoreo ciudadano y ciencia comunitaria. Los patrimonios no pueden reducirse a bienes aislados, sino que deben ser entendidos como un proceso vivo de co-construcción, indispensables para la democracia, el desarrollo, la justicia territorial y el futuro sostenible de nuestras comunidades.
Clemencia González Tugas Sergio González Miranda
Directora de Cultura, Patrimonio y Extensión Premio Nacional de Historia y Académico
Universidad de O´Higgins Universidad de Tarapacá
Sergio Trabucco Zerán Adrián González Subiabre
Académico y Subdirector de Arte, Cultura y Patrimonio Programa de Mg Cs. Sociales y Patrimonio
Universidad de Los Lagos Universidad de Magallanes
José Abalos Köning Pamela Suárez Hernández
Director Ejecutivo Directora Comunicaciones
Agrupación Universidades Regionales AUR Agrupación Universidades Regionales AUR
Ancud, 03 de octubre de 2025